Nota: Este post fue publicado originalmente en Electrohead.
¿Alguna banda suena más caraqueña que Bacalao Men?. Lo dudo.
El Nuevo Bugalú es el segundo trabajo de esta banda, que en el 2001 nos deleitó con un excelente disco debut. De nuevo nos presentan una mezcla de diversos ritmos como la salsa, rock, dub, bugaloo, todo esto intermezclado con influencias electrónicas, scratches y percusión afrovenezolana.
Mucho del material disponible en este disco ya formaba parte de los conciertos que la banda venía ofreciendo desde hace aproximadamente dos años. En el camino, han ocurrido cambios en la formación. Recuerdo haber salido con desagrado de un concierto en el Celarg, debido a la ausencia de Vladimir Rivero en la percusión; fue el primer concierto para su reemplazo, y de verdad, no le fue bien (afortunadamente, Vladimir grabó en el disco). Más recientemente, se confirmó la partida de Rafael Gómez (voces y guitarra) quedando al frente de la banda Pablo Estacio (voz y bajo, ex Quinto Combo) y Sebastián Araujo (bateria, ex Sentimiento Muerto y Dermis Tatú), contando con diversos invitados.
Tal como se puede leer en los créditos del disco, Pablo y Sebastián decidieron grabar el disco juntando el esfuerzo de músicos invitados y buscando la manera de grabar con los integrantes retirados, para finalmente lanzar el disco bajo el sello de FNB Grabaciones (Fundacion Nuevas Bandas).
El disco abre con el tema que titula el disco, un bugaloo con scratches, buena sección de vientos y percusión afrovenezolana. Le sigue Bicicleta Intergaláctica, primer tema promocional del disco que tenía bastante tiempo estrenado en los conciertos en vivo. El Comegente (segundo sencillo del disco) es una irónica referencia a Dorangel Vargas, el "comengente de San Cristobal" (¿lo recuerdan?). El siguiente tema, Japonés, es una excelente Salsa al mejor estilo Bacalao. Acercándose a la mitad del disco está Zancudo, una irreverente manera de describir el contagio de Dengue a través de una picada de mosquito ("¡ponte mosca con el zancudo!"). En el sexto tema una bala describe su trayectoria, tema que fácilmente pudo ser inspirado en la escena de la trayectoria de bala de Natural Born Killers, llevándola -por supuesto- a un contexto criollo.
En la mitad del disco hay un tributo funkie a uno de los íconos caraqueños de los 80s, el Malibú. ¿Quién no se montó en los 80s en un Malibú de esos super cuadrados?. Este tema desde hace tiempo es uno de los favoritos de la gente en los conciertos (junto con El Picó, del primer disco), tanto por el ritmo como por los detalles de la época ("ventana fija por atrás", "tiene butacas de vinil, de esas que son de una sola pieza", "vámonos a la playa a fumá"). Como buen complemento, la sigue el instrumental Malibu 1.1.
El noveno tema del disco (No como lo que es nada) es una referencia malandro-callejera seguida por Casabe con Wasabe, un tema con buen ritmo, pero algo repetitivo en la letra.
Antes del final, nos dejan un tema que parece una canción de cuna, pero es una canción dedicada al Insomnio... buen momento para relajarse. El disco cierra con una oración a San Cayetano, patrono de los que están solos. Al terminar, uno queda con ganas de darle play de nuevo al reproductor.
Ahhh, ¿dije que eran la mejor banda nacional activa?. De esto no queda dudas.